martes, 29 de septiembre de 2015

NUESTRAS NORMAS DE CLASE Y SU IMPORTANCIA

Una de las primeras actividades que los/as docentes debemos realizar con nuestros niños y niñas a comienzo de curso es el establecimiento de normas de la clase creando un contexto o marco donde la convivencia sea lo más gratificante posible.

Ahí es donde entran a formar parte de nuestras vidas esas pequeñas normas sociales, de higiene, de alimentación y de trabajo que vamos aprendiendo poco a poco. Sin esas normas adquiridas no tiene sentido el resto de aprendizajes. ¿Cómo trazar correctamente una letra sin saber hacerlo de forma limpia o sentado correctamente? ¿Cómo trabajar la memoria y la comprensión si no se escucha con atención las explicaciones?

Para un adecuado progreso en todos estos aprendizajes es fundamental conocer esas normas. Éstas se adquieren con mayor rapidez y efectividad si son consensuadas entre todos y si van seguidas de unas consecuencias positivas y negativas. Veamos un ejemplo de consecuencia positiva (el niño realiza muy bien todas sus tareas y le dejamos que juegue con su juguete preferido); consecuencia negativa (el niño se niega a recoger los juguetes, por lo que la próxima vez sólo le dejamos sacar uno o dos, y no se vuelve a la situación inicial hasta que no comprobamos que los tiene recogidos).

Pues bien, el segundo día de cole dialogamos sobre NUESTRAS NORMAS. Los niños y niñas fueron recordando algunas de ellas de forma que construimos nuestro gran listado. Como ya tenemos 5 años, podemos añadir un mayor número de normas y sus correspondientes consecuencias.

Así, las normas que hemos establecido en clase han sido:
  • Empiezo el día con una sonrisa.
  • Compartimos las cosas.
  • Jugamos sin pelearnos y nos cuidamos.
  • Escuchamos con atención.
  • Si gritas, no te escucho.
  • Pido disculpas cuando me porto mal.
  • Pedimos las cosas por favor y damos las gracias.
  • Jugamos con nuestros amigos.
  • Trabajamos en silencio.
  • Levantamos la mano para hablar.
  • Leo todos los días en casa.
  • Tiro los papeles a la papelera.
  •  En case y por los pasillos no se corre.

Para afianzarlas, los niños y niñas las representaron con pequeños teatros, la seño les echó unas fotos dramatizándolas y posteriormente fueron impresas para poder pegarlas en clase con el texto de la norma escrita. Así nos acordamos mejor de ellas y nos divertimos al verlas. ¡Además, todos/as han salido guapísimos y guapísimas en las fotos!

Cada mañana, en la asamblea, las repasamos junto a sus consecuencias. También a la entrada del recreo y, finalmente, en la asamblea final. Éstas son recordadas de diferente manera: jugando a adivinar mediante la foto la norma a la que se refiere, poniendo ejemplos contrarios a las normas, cantando una canción, dramatizándolas…

En el aprendizaje de las normas, los adultos jugamos el rol más esencial. Padres y maestros/as somos su punto de referencia y sus modelos más próximos a imitar, por lo que de nosotros depende que los niños adquieran y pongan en práctica estas normas. Como ejemplo de la influencia que nuestro comportamiento juega en los niños y niñas dejo este vídeo (elaborado por una asociación australiana en defensa del menor), que nos permitirá reflexionar sobre todos estos aspectos.

Por último, una divertida forma de recordar las normas básicas que se trabajan en la mayoría de las aulas es visualizando el estupendo vídeo que creó el maestro David Miralles titulado: “Educación infantil. Corto sobre normas.



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